¿Qué nos impide SER felices?

felicidad-ninos-felices-web

Como la propia frase del título indica, la felicidad es más un estado de ser que algo que consigamos haciendo o logrando cosas. De hecho, la frase podría terminar sin la última palabra y estaríamos hablando de lo mismo..

¿Por qué nos cuesta tanto ser?, ¿qué nos impide estar en ese estado más a menudo? Ahora mismo, ¿qué se interpone entre tú y la felicidad?, ¿entre tú y estar a gusto, sentirte tranquilo?.. Observa qué aparece en tu mente ante esta pregunta.

Para muchos de nosotros lo que se interpone es estar atrapados en estados de tensión o estrés. Esto es lo que nos impide sentirnos en casa. Las preocupaciones y el hacer cosas sin parar provoca que nuestro cuerpo se ponga tenso y nuestra mente ansiosa.. y eso nos impide disfrutar de nuestros momentos.

Son las prisas de la sociedad en la que vivimos, las demandas y presiones de nuestra vida lo que nos aboca a una forma de vivir alejada del bienestar y la felicidad que son nuestro estado natural.

Cómo funciona el estrés

Veamos por un momento cómo funciona el estrés: cuando percibimos algo amenazante, automáticamente se dispara en nuestro cerebro el modo shock, lucha o huida, que causa toda una serie de efectos fisiológicos en nuestro organismo.

Cuando estos detonantes son extremos o continuos, nuestro sistema nervioso se sobrecarga y queda atrapado en un sistema de shock, lucha o huida constante. Esto significa que nuestro cuerpo se está bañando regularmente en la bioquímica del estrés y nuestra mente empieza a crear pensamientos que retroalimentan el ciclo, juzgando, preocupándose y añadiendo más presión.

En este estado, tóxico para el organismo, nuestros músculos se ponen tensos y nuestra mente se sobrecarga. Cuando esta sobrecarga se vuelve crónica, acabamos exhaustos y esto mina la calidad de nuestras vidas.

chico-agobiado-webLas investigaciones señalan que el estrés puede menguar nuestra salud y acortar nuestra vida. De hecho, los estudios demuestran que practicar la atención al momento presente o mindfulness reduce los niveles de cortisol – lo que ayuda a prevenir la inflamación (causa primera de muchas enfermedades), y también reduce los riesgos de depresión y las enfermedades coronarias, entre muchos otros beneficios.

Una mente siempre insatisfecha

Aparte de la respuesta automática de nuestro organismo al estrés, existe también un sistema en nuestro cerebro, llamado del logro y la recompensa, que genera una de las hormonas más adictivas que existen: la dopamina. Ésta nos hace querer siempre más y más estímulos placenteros.

Esta parte, llamada el cerebro límbico, está siempre funcionando. Se trata de un sistema que hace que estemos orientados al logro y nos permite prosperar en la vida, pero que lamentablemente se activa fácilmente y permanece ávido de más satisfacción, más placer, más objetivos, más metas.. en concreto, un 20% más, según los científicos.

Así pues, no importa nuestro status o lo que hayamos conseguido en la vida, si no somos capaces de parar, apreciar el momento presente y enviarle a esas partes de nuestro cerebro el mensaje de que es suficiente y estamos a gusto con lo que hay, no tenemos paz.

La pausa sagrada

Hay un dicho que dice que la libertad es el momento entre una percepción y una opinión. Cuando cultivamos  la atención consciente a lo que ocurre en el momento, podemos parar y desidentificarnos de todo lo que pensamos, sentimos y hacemos en automático. En mindfulness, la primera instrucción que se nos da es hacer una pausa. Esta pausa es sagrada porque es la puerta a liberarnos de ese modo automático de hacer, lograr y preocuparse.

pausaCuando nos permitimos parar, podemos darnos cuenta de lo que está pasando dentro y fuera de nosotros. Somos conscientes de nuestras sensaciones, emociones, pensamientos, reacciones y actitudes en el mismo momento en que están ocurriendo, así como de lo que nos rodea: sonidos, colores, olores, espacio, texturas..  Entonces podemos soltar lo que no nos sirve.

Al hacer una pausa de manera consciente, podemos cambiar el estado de tensión interna a un modo de apertura y consciencia. Cuando nos tomamos el tiempo para parar todo ese hacer y relajarnos en nuestro cuerpo, vemos que la mente lo sigue. Este relajarse conscientemente es el siguiente paso para llegar a la presencia.

Relajarnos conscientemente

La relajación que nos lleva a la presencia no es algo que hagamos nosotros. El relajarse no es otro hacer, sino más bien un no hacer que permite disolver la tensión.. Cuando nos relajamos conscientemente dejamos de hacer, y entonces la relajación ocurre naturalmente. Se trata solo de llevar una consciencia natural a las áreas de tensión de nuestro cuerpo y dejar que se disuelvan por sí solas, sin esfuerzo.

A la hora de relajarnos conscientemente, podemos también poner una ligera intención de relajarnos, pero sin dejar que ésta interfiera demasiado con un proceso que es natural. Dependiendo del grado de tensión o contracción en el que estemos y de la práctica que tengamos en soltar y relajarnos, este relajarse llevará más o menos tiempo.

felicidad-concierto-webDe hecho, cuando nos dirigimos hacia una actividad placentera, como un concierto o una cena con amigos, nuestra actitud ya es de relajar y soltar, pero de manera inconsciente. Muchas veces, es entonces cuando empezamos a sentir el cansancio acumulado, ya que el cuerpo por sí mismo está haciendo este proceso de aflojar. La buena noticia es que el soltar podemos hacerlo conscientemente en cualquier momento, sólo es cuestión de práctica. Y aunque, sí, cambiar hábitos arraigados es difícil, no es imposible.

De esta manera, podemos elegir entre seguir atrapados en los modos automáticos de nuestra mente del logro y el estrés, o aprender a hacer una pausa, relajarnos en nuestro cuerpo y volver a casa, a nuestra presencia natural, de la que emergen las emociones de la calma, la seguridad, el bienestar y la felicidad.

En resumen, el primer paso para relajarnos y volver a nuestro estado de presencia natural es darnos cuenta de la tensión acumulada, nuestra armadura habitual.. liberarla no sólo abre nuestro cuerpo sino también nuestra mente a la empatía y la inteligencia, permitiendo que emerjan nuestros recursos internos, como la sabiduría y la creatividad.

Si quieres, deja un comentario o comparte este post. Me gustará saber tu opinión.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies