Aprender a aceptarme tal como soy. Cómo neutralizar al juez interior

Una de las cosas básicas para funcionar en nuestra vida es la autoestima y la autoconfianza que se derivan de ver y aceptar las cosas tal como son, empezando por nosotros mismos.

amor a uno mismoUna de las cosas que con más fuerza puede destruir nuestro espíritu y nuestra energía para la vida es el autodesprecio, o la crítica constante hacia lo que somos y hacemos.

Mantener una actitud crítica hacia uno mismo puede confundirse con el hecho de ser objetivos o tener una cierta conciencia de las cosas, sin embargo es una delgada línea roja la que separa nuestra conciencia (neutra y ecuánime) de los juicios y desaprobaciones que de manera regular y automática cargamos contra nosotros. Desde muy pequeños hemos recibido todo tipo de ideas sobre las cosas buenas y malas que debíamos o no debíamos hacer, y a menudo esto no se nos transmitió con naturalidad y cariño sino con fuerza y enfado.

Por esto hoy en nuestro interior a menudo vive un severo juez, de alto voltaje energético, que nos exige y penaliza cuando las cosas no son como ‘deberían’ (según las ideas que tenemos grabadas sobre las cosas), dándonos una paliza de negatividad y creando un estrés adicional que no hace más que aumentar el abatimiento o la sensación de dificultad. En esos momentos se hace muy complicado para nuestro organismo mantener el estado de armonía necesario para gestionar lo que está sucediendo en nuestra vida, ya que gran parte de nuestra energía se está destinando a invalidarnos.

En Gestalt, a este juez interior le llamamos el ‘perro de arriba’, ya que es como un animal que nos ladra amenazante, provocándonos miedo, parálisis, desmotivación o desinterés por hacer las cosas (dado que después de hacerlas lo que recibimos son críticas). El juez interior produce el tipo de pensamientos que nos inducen a creer: ‘no soy lo suficientemente bueno’, ‘no se puede confiar en mi’, ‘no valgo’, ‘no soy capaz’, ‘lo hago todo mal’, ‘no doy una’, ‘soy un desastre’, etc..

Sin la existencia de esta parte interna que nos juzga, nuestro yo es libre y está energetizado para responder de la mejor manera a lo que nos va sucediendo, aprendiendo conforme avanzamos, sin la pesada carga de negatividad y desgaste que nos da el juez.

El trabajo con el juez interior suele ocupar buena parte del proceso terapéutico. Para neutralizar a este personaje castigador, lo primero que hay que hacer es identificar cuál es el contenido de esos juicios que día tras día atentan contra nosotros y nuestra energía; una vez identificados, podemos entender de dónde vienen y que lo que nos dicen no es real. Entonces podemos desidentificarnos de ellos. Como este juez suele estar bien arraigado dentro de nosotros, hemos de mantener una actitud alerta y vigilante para poder detenerlo y neutralizar estos juicios cada vez que aparecen.

El juez nos impide amarnos y aceptarnos a nosotros mismos tal como somos, con nuestros errores y aciertos, mientras que la valoración, la estima, el amor en definitiva, es el motor que necesitamos para poner en marcha cualquier cosa en la vida y sostenerla.

Ejercicio para detectar y neutralizar al juez interior

–    Haz una lista con todos los juicios y creencias negativas que tienes sobre ti mismo. ¿Qué es lo que más te repites con lo qué sueles atacarte?.
–    Escoge de esta lista los tres juicios más importantes y poderosos, aquellos que más te condicionan y con los que más te identificas.
–    Ahora, haz un dibujo que represente a tu ser, el ser limpio y puro que vino al mundo tan abierto y receptivo como una hoja en blanco, antes de que nadie empezara a imponerte ninguna idea.
–    Sobre ese dibujo, escribe ahora tus juicios.
–    Observa y siente lo que le han hecho estos juicios a tu ser, que representa tu dibujo.
–    Ahora escribe una carta de aprecio hacia ti mismo. Trata de encontrar el mayor número de cosas posible por las que te valoras sinceramente. (Si tu lista no es muy larga, no te preocupes, esto solo significa que tu juez ha estado haciendo su trabajo muy bien durante mucho tiempo. Intenta ser menos duro contigo mismo y mira a ver si hay algo más que puedas incluir).
–    De ahora en adelante, cuando estos juicios vuelvan a aparecer, simplemente permanece atento para desidentificarte de ellos. Ahora ya sabes que ellos no son tú, ni definen tu identidad. Para ayudarte, puedes decir NO para tus adentros, provocando esta desidentificación, defendiéndote activamente de ellos.

A medida que vayas cogiendo práctica, podrás identificar con más rapidez estas voces que destruyen tu energía. Poco a poco tu mente se irá silenciando y dejando más espacio para sentir el aprecio y la compasión que sí mereces y sí te apoya, acercándote al amor incondicional hacia ti mismo. Desde este espacio de apertura surge una comprensión natural de las situaciones que necesitan una transformación en tu vida y así puedes producir los cambios necesarios sin castigos.

Si tienes cualquier duda o consulta, no dudes en escribirnos! Contacta

Por Belén Giner

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas su uso según nuestra política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies